Carta abierta al compañero Salvador Allende

Comissió cívica Salvador Allende de Badalona, autora, Isabela Monsó

Carta abierta al compañero Salvador Allende


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Querido compañero Presidente:

Nos volvemos a encontrar en un nuevo 11 de septiembre para conmemorar tu lucha, tus convicciones y tu vida. Tu vida, esa que desde que ganaste las elecciones presidenciales estuvo amenazada por el imperialismo. Tu vida, esa que por tus convicciones entregaste un día como hoy luego de gobernar con determinación mil días. Hoy la historia no es tan heroica. Hoy no venimos a contarte triunfos ni derrotas, aciertos ni errores -eso quizás nos lo diga el tiempo-. Hoy más bien venimos a contarte una parodia.

 

Un 4 de septiembre de 1970 asumiste como un compromiso vital el mandato del pueblo: implementar el Programa de la Unidad Popular. En los primeros 18 meses habías estatizado la mayoría de los bancos nacionales y extranjeros, expropiado seis millones de hectáreas de tierra con la reforma agraria y nacionalizado el cobre y las industrias de hierro, nitrato, carbón y cemento que hasta entonces permanecían en manos extranjeras, sobre todo estadounidenses. Todo esto lo hacías bajo el asedio asfixiante de los Estados Unidos que veían amenazados sus intereses económicos y que no descansaron hasta ver correr ríos de sangre.

 

La confrontación al imperialismo era un asunto económico. Sí. Pero sobre todo un asunto de bienestar del pueblo y de dignidad, nacionalizar el cobre significaba poder garantizar la salud, la educación y el cuidado del pueblo para tener una vida digna. Como bien dijiste en 1972 ante las Naciones Unidas:

 

“La necesidad de poner al servicio de las enormes carencias del pueblo la totalidad de nuestros recursos económicos, iba a la par con la recuperación para Chile de su dignidad. Debíamos acabar con la situación de que nosotros, los chilenos, debatiéndonos contra la pobreza y el estancamiento, tuviéramos que exportar enormes sumas de capital, en beneficio de la más poderosa economía de mercado del mundo”.

 

La lucha contra el imperialismo no era otra cosa más que la defensa del derecho del pueblo a tener una vida digna. Ese sentido de dignidad impregnó tu gobierno y al pueblo. En tus mil días de gobierno, a pesar de todas las adversidades y bloqueos, el pueblo vivió la alegría, la esperanza y la autonomía: cuando el capitalista cerró las fábricas para boicotear tu gobierno, los trabajadores unidos las volvieron a abrir y a producir lo que el pueblo necesitaba para vivir.

 

Esa inspiración que significaste en tantos la sigues generando. Muchos dicen implementar tus políticas, alguno incluso dice gobernar en tu nombre y emula tu figura. Pero en esta historia, en este tiempo, en este tablero ninguno alcanza la altura de tu sombra. La verdad es que el imperialismo hoy no tiene rival real ni simbólico y las transnacionales no tienen Estados que les hagan frente. Como muestra escucha estas palabras:

 

“En América está el triángulo del litio, el 60% del litio del mundo está en Chile, en Argentina y en Bolivia. Tenemos mucho que hacer, esta región importa y está relacionada con la seguridad nacional y tenemos que intensificar nuestro juego”.

 

Estas palabras no fueron dichas por un chileno o una chilena, ni siquiera por un sudamericano, sino por Laura Richardson, Jefa del Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos, la misma que luego de pronunciar estas palabras ha sido recibida en Chile al menos en 3 oportunidades. En ninguna de ellas ha moderado sus palabras ni ha sido instada a hacerlo. Al contrario. Sus visitas han tenido el objetivo de “intensificar su juego”: alinear a Argentina y a Chile con los intereses de Estados Unidos en oposición a los de China. En estas visitas, en las que han discutido asuntos de seguridad regional, se ha reunido con generales chilenos y con la Ministra de Defensa Sra. Maya Fernández Allende… Sí, tu nieta. Juntos en la misma mesa. Visitas que se coronaron hace un mes con la realización en Chile de la Conferencia de Defensa Sudamericana, encabezada por la nombrada Laura Richardson y el Jefe de Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, ¿y tu nieta?, ella fue la anfitriona.

 

 

Mientras, de entretenimiento y para completar la escena algo macabra: en el desierto de Atacama -que aún oculta restos de detenidos desaparecidos durante la Dictadura-, los ejércitos de Chile, Argentina y Estados Unidos realizaron un ejercicio militar con sus cohetes de artillería de alta movilidad.

 

Y esta serie de acontecimientos no acaba aquí pues, en el inter tanto de estas visitas, Chile promulgó su Estrategia Nacional del Litio con un claro guiño a los Estados Unidos, política que por cierto no nacionaliza el litio, ni siquiera promueve la creación de una empresa nacional del litio, sino que faculta y mandata a las actuales empresas estatales del cobre a promover alianzas publico privadas para poder abarcar la explotación del litio. Litio, que en este momento está siendo explotado por dos empresas: Soquimich, empresa pública que Pinochet vendió a su yerno por propina, y Albemarle, empresa estadounidense.

 

Esa es hoy nuestra historia, nuestro tiempo y nuestro tablero: nuestra parodia. Primero el salitre, luego el cobre y hoy el litio y el agua. Cambian los recursos explotados, pero al final de la historia, siempre sufre nuestro pueblo. Aún desconocemos el paradero de cientos de detenidos desaparecidos. Aún queda justicia por hacer y daños históricos por reparar y seguimos acumulando muertes. Tan solo este domingo, en la Romería al Cementerio General para conmemorar a las víctimas de la Dictadura Militar ha sido asesinado un joven de 26 años en manos de otro hombre de 32 años, aún bajo anonimato, que según testigos grito “soy un contramarcha” (un grupo de carabineros que opera en los márgenes de la ley). Como verás, las cosas no han cambiado demasiado al escenario que describías en 1972, incluso en materia internacional sobre el que dijiste entonces:

 

“Continúan activas las agresiones y disputas en diversas partes del mundo: el conflicto en Medio Oriente, el más explosivo de todos, donde todavía no ha podido obtenerse la paz […], el asedio y la persecución contra Cuba, la explotación colonial, la ignominia del racismo”

 

En 52 años no ha habido grandes diferencias: Palestina sufre más que nunca ante la mirada frustrada de un mundo que no puede más, viendo como aquellos que alguna vez sufrieron el holocausto hoy arremeten con toda su fuerza contra mujeres y niños. Al menos podemos decir que nuestro país acoge al pueblo palestino, que somos el país no musulmán que acoge a más refugiados: medio millón de palestinos que hoy intentan encontrar la paz en nuestro revuelto país. Reconocemos al Estado de Palestina. Pero continuando la parodia, fue Sebastián Piñera quien lo reconoció como tal.

 

Compañero Presidente en esos mil días gobernaste con aciertos y errores, pero sin duda con determinación y valentía. En defender la autonomía y dignidad de nuestro pueblo se te fue la vida y la de miles de compatriotas contigo. Nuestro pueblo se vistió de luto. Ciertamente, no queremos más muertes, pero tampoco queremos someternos al imperialismo, queremos escapar de esta paradoja y dejar de vivir esta parodia.